Días raritos

Estos días han sido algo raritos. Como que no pasan rápido, pero tampoco pasan lento. Nada más… pasan.

Aparte he tenido que cuidar a mi mamá, pues está algo deprimida, por aquello de que papá está en Eslovaquia. Pero ahora le ha dado por meterse a Internet y no salir de ahí… eso es rarito en una mamá, pero ella nunca ha sido como las demás, es rarita. Descubrió qué son los blogs porque vio uno de una señora en Barcelona o algo así, y ahora hasta quiere hacer uno (eso sí ya es demasiado rarito).

Ya pasó hace mucho tiempo, pero aún no logro recuperarme de cómo rompí con mi novio. Todo fue tan rarito. Osea, ¿quién corta a su novio porque lo quiere mucho? ¿Sólo yo? ¿En serio? ¿Soy así de rarita?

No sé, pero lo hice por su propio bien. Estará mejor sin mí, y él lo sabe, aunque no lo quiera aceptar. Por mi parte he decidido dejar de hablar de él. Supongo que recordarlo está permitido, pensar en él, también. Pero no quiero hablar de él, creo que ésta será la última vez, si es que logro cumplirlo.

°° Y a ti Orlando: Sé que estás leyendo esto, porque así eres. Y sí, nadie me creería que no soy lo suficientemente valiente como para levantar el teléfono y hablarte. Nadie me creería; nadie excepto tú. Ahora me doy cuenta de que talvez tú eres el que mejor me conoces porque eres el que más que ha querido conocerme. Y eso lo hiciste porque me quieres más que cualquiera. Te quiero demasiado, y por eso hice lo que hice. °°