PiÑataS lOcaS!!

Así que ya empezó todo aquello de la Navidad.

Sip, ya voy caminando por el súper y empiezan las canciones de Santa… buu…

No es que no me guste la Navidad… es sólo que no sé. Como que es todo demasiado comercial. Y lo comercial me resulta aburrido.

Pero hay cositas buenas. Como mi prepa que, repito, si nos quiere.

Hace un tiempo les comentaron a los maestros que iban a hacer un concurso. Los alumnos teníamos que hacer nuestras propias piñatas, para romperlas en una Pre-Posada.

La cosa es que nadie lo recordó hasta un día antes. Reunimos dinero y dijeron que la iban a comprar, nadie se iba a dar cuenta…

Cuál va siendo mi sorpresa cuando veo llegar al siguiente día a un tipo de mi salón con una enorme piñata con forma de Scooby-Doo.

¡Scooby-Doo!

¿¿A quién se le ocurre?? Se suponía que la debíamos e hacer nosotros. Y está bien que somos bien hábiles, pero pues no tanto como para hacer una piñata tan… perfecta.

El caso es que a nadie le importó nuestra piñata comprada. Y el jueves (océase ayer) nos hicieron la famosa Pre-Posada.

Como todavía no había acabado mi servicio de becario, pues me pusieron a rellenar las piñatas, momento en el cual decidí llevarme una cierta cantidad de dulces, ya que no pensaba lanzarme por ellos en medio de la manada de mastodontes salvajes y violentos que se hacen llamar alumnos.

Luego los profes se pusieron a romper piñatas, porque teníamos como ocho… Una se la robó un tipo antes de que el director pudiera pegarle… Mis Converse se llenaron de caramelo en la suela y cada paso que daba duraba como diez segundos… Y ya. Haha.

No sé por qué, pero pues no tomé fotos. Es lo que siempre hago, pero por una razón como que se me olvidó n_n

Pero pues ya, fuimos felices un rato, porque al siguiente día (océase hoy) ¡¡EXAMEN!!

Buu…

¡pOr FiN!

¡Por fin salió en cartelera!

Hace poco tiempo, cuando mi papá estaba en Alemania (que por cierto ahorita está en Guadalajara), pues tuvo que tomar un avión para regresar.

Cuando llegó, nos contó que en el avión le habían puesto una película que le había gustado mucho. No nos quiso decir de qué se trataba, pero dijo que casi lo había hecho llorar.

¡¡Casi lo había hecho llorar!! ¡¡A mi padre!! ¡¡Tengo que ver eso!!

Así que fui a uno de ésos fantásticos lugares donde consigues las películas a poco precio. =) Compré la película llamada Puente a Terabithia.

Llegué, y la puse.

Wow qué loco. Generalmente yo lloro cuando estoy enojada, y no cuando estoy triste. Y mucho menos lo hago por personajes ficticios… Pero fue la primera película que neta me hizo llorar.

Y no es una película triste, de hecho es bastante feliz, pero no sé… creo que es muy emocional. No sé cómo describirla.

Y por eso la recomiendo. Esto fue hace mucho tiempo, sólo se había estrenado en EUA y pues nadie la conocía, pero acaba de salir en cartelera.

Aquí salió con el nombre de El Mundo Mágico De Terabithia. Se convirtió en una de mis pelis favoritas. Además de que el chavo está todo lindo, y la chava se convirtió en mi heroína. Como que quise ser como ella. Jaja

uN díA dE mUeRtoS pReNdidO y feLiZ!

Ah ps en mi escuela les gustó la idea de hacer un concurso de ofrendas entre los salones, sin saber las consecuencias que esto tendría… jajaja… ilusos =)

El profe de Sociales se puso todo intenso con esta situación, nos hizo aportar una millonada de dinero (40 pesos ¡qué robo!) y se la pasaba preguntándonos que cuánto habíamos avanzado con la planeación como tres semanas.

Total, llegó el jueves, primero de noviembre, el día del concurso.

Justo ése día mi despertador decidió no sonar y como ya no iba a llegar a mi primera clase, ps me dormí otro ratito. Me estaba levantando con toda calma cuando suena mi celular. Era una compañera que me hablaba para saber si iba a llegar para ayudar a preparar la ofrenda, pues yo iba a tener que exponer, aparte de que yo iba a llevar la foto de la persona a quien se dedicaba la ofrenda.

¡Demonios! Ya me apuré, y cuando llegué en el patio ya había un grupo de gente de mi salón poniendo mesas.

Así que ayudé a poner todo, y estuvimos un buen rato ahí.

Hasta arriba. Iba la foto de mi tatara-tatara-abuelo, José María Velasco, un pintor muy famoso del cual mi profesor resultó ser fanático, e insistió en que llevara el retrato. La recargamos con la mochila de una amiga pa que no se cayera.

¡Ah! ¡Qué bonita nos había quedado!

Pero, como siempre, me tienen que pasar cosas extrañas…

Detrás de la ofrenda estaba la pared de la cafetería, que en realidad son ventanales. Para tapar el cristal le pusimos un papel estrasa (de ése con el que envuelven las tortillas) y con algo de ingenio y gis logramos que pareciera ladrillo.

Y estaba una amiga prendiendo las velas, cuando llega un aire de ésos feos. Cerré los ojos por el viento, y cuando lo abrí lo único que vi fue fuego.

Si, nuestra ofrenda estaba en llamas.

Los cristales de la cafetería se quemaban y pensamos que se iban a quebrar, el profe no podía romper el cristal de la caja del extintor… Y el fuego quemaba el papel estrasa, justo detrás del retrato del tatara-tatara-abuelo.

Estaba a punto de quemarse la escuela, y sólo podía pensar en que mi mamá me iba a matar por regresar con la foto chamuscada.

Lograron sacar el extintor y apagaron el fuego. Los tubos de las ventanas ya quedaron quemados, y la mochila en la cual habíamos recargado la foto estaba a punto de derretirse.

Y ésta es la ofrenda, después del incendio.

Nótese los tubos de las ventanas que originalmente

eran blancos y ahora son de color café.

Al final, ni siquiera ganamos, a pesar de lo bonita que nos quedó, nos gastamos dinero a lo tonto, el profe se puso a gritarle al director que nosotros merecíamos ganar, y a mí casi me da un infarto por esl susto del retrato. Pero me fui a mi casa muy feliz, porque después del relajo me pasó algo que quería que me pasara desde hace tiempo, y ya no quería esperar más… hehe

Y esperemos que esto dure muuuxho tiempo! =)